Escribir o no escribir: he ahi la cuestión

Y saqueo vilmente la frase más famosa del teatro para referirme a la comunidad de todos aquellos que escriben por el mero placer de hacerlo, por una necesidad, como un tratamiento más recomendable que el lexatin, o por muchas otras razones que se les ocurrirían a los que se adutodenominan escritores.
Escritores. Hace unos días participé en un debate, dentro de un grupo de una red social muy conocida, acerca de lo que cada uno entendíamos por ser escritor.
Uno de los miembros del grupo expuso una pregunta, muy simple, pero que arrastró un intercambio importante de comentarios, respuestas, apoyos y alguna amenaza velada de opinión.
La inmensa mayoría coincidía con la afirmación de que escritor es el que escribe. Y ya está. uno se pone a rellenar páginas en una libreta, teclear palabras y palabras en un fichero de texto, y con eso eres un escritor. Claro que estrictamente hablando, en realidad son escribientes.
Creo recordar que fue Dragó quien también se refirió en estos términos para entender lo que es escritor. Por eso yo mismo me lo creí. hasta que me puse a hacerlo, y me di cuenta de que estaba equivocado.
El escritor es, en mi opinión, alguien que escribe y que es leído. No basta con redactar lo que sea, no. No es suficiente con volcar lo que se te ocurre, con escribir durante un mes cicuenta mil palabras a toda velocidad y ya está. Escribir es un oficio, seamos sinceros y serios, con sus métodos, sus técnicas, pero aparte de que también puede ser una afición, bastante recomendable, uno no se puede llamar escritor hasta que alguien no le ha leído. Se trata de un ciclo de comunicación, entre quien relata y el que se mete en la historia que cuenta el otro. Sin eso, insisto, no hay escritura que valga. Lo otro será lo que quieran llamarle, pero no es un escritor.
Y la cosa se animó cuando yo expuse mi opinión, que divergía del resto. Las repuestas fueron vehementes, con contundencia y alguna hasta se cuestionaba por qué estaba en un foro de novelistas amateur. Algunos rebatían mi postura argumentando opiniones sobre las grandes editoriales, los superventas y eso. Solo un poco más tarde recibí un tímido apoyo de algunas participantes, y entonces supe que no todo estaba perdido.
Confieso que yo, hace tiempo, coincidía con ellos, que ser escritor es uno que escribe y ya está, no importa la calidad, no hay por qué publicar, nada de nada. Solo esto. Lo que estoy haciendo ahora mismo. Yo, tras enviar esta entrada en el blog, o incluso, sin hacerlo, se me podría identificar como escritor.

Pero estos  nueve años de coqueteo con la literatura, intentos frustrados y más deseos que resultados me han enseñado varias cosas y una de ellas es, ser honesto y reflexionar. El gran esfuerzo que supone escribir necesita una recompensa, que si tienes éxito se refleja en un libro entre tus manos con tu nombre en la portada. Y si no, por que no hayas tenido éxito o no lo hayas intentado, solo queda el consuelo de llamarse a uno mismo "escritor".

Esto último no es malo, aclaro, pero no es real.  Tras un tiempo en el que uno ha llenado suficientes folios o tiene el disco duro con cientos de miles de palabras en sus ficheros, acude otra necesidad. El "ahora qué", que cuentan los fundadores del NanoWrimo. Los mismo quienes defienden el escribir porque sí, sin trama ni nada, también entienden que es solo una etapa y hay que hacer algo más. Retomar tu novela a principios de año y revisarla. Es decir, llevar a cabo una corrección y revisión, que no busca otra cosa que procurar lectores para tu trabajo. ¿Para qué es necesario corregir, si no lo va a leer nadie más que uno mismo?

Si como digo, finalmente decides que nos lean, aunque solo sea uno, o tres. Si se trata de amigos, de familiares, pero son sinceros contigo, y si has logrado transmitirle lo que deseabas expresar, entonces vas por el buen camino.

Si finalmente tus lectores, no tienen por qué ser miles ni cientos, sino un selecto grupo de los que has logrado que hayan querido vivir tu relato, se han emocionado y hablan contigo de ello, Si has conseguido cerrar el ciclo, entonces y solo en ese caso, uno puede decir que es un escritor.

Comentarios

  1. Pues yo creo que, efectivamente, no es escritor simplemente el que escribe. Solo que es una de esas cosas que deben decidir los demás, con el tiempo. Como el calificativo de «artista»: no se es artista solo porque se ha ido a la universidad y se ha obtenido una licenciatura en Bellas Artes. La obra define al artista, y no al revés, como ellos parecen pretender. El argumento, a mi entender es muy simple. Preguntémonos si uno es albañil, solo porque en sus ratos libres levanta un par de tabiques en casa, aunque lo haga bastante bien. Yo creo que no. Pues lo mismo. No es igual «escritor» que «uno que escribe». Esto último lo decide el que empuña la pluma, lo primero lo juzga el tiempo. Y sobre él no tenemos ningún dominio. Ni los escritores ni las editoriales ni las listas de éxitos.

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  2. Yo creo que el que hace arte de verdad es el que responde a una necesidad, necesidad intangible.

    Creo que lo tenemos en común los músicos, como es mi caso.

    Por eso a mi el típico Best-Seller no suele complacer mi paladar. Pasa como con los patrones del 440 de los Nazis en la música, que parece que le gusta a todo el mundo, en cambio solo unos privilegiados apreciamos el Jazz, la música clasica, el death metal o la electrónica experimental!!!

    Un abrazo y como siempre gran blog desde la buhardilla!!!

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