Aspectos del NanoWrimo y otras tribulaciones

Vuelvo a este blog tras un tiempo volcado en otras historias, algunas de escribir, como articulos de divulgacion y trabajos academicos, pues de entre mis muchos proyectos y con mi poco tiempo tengo que decidir sobre cual me vuelco y qué es lo que relego, que no abandono.

Y habian pasado muchas semanas desde que "me dio por escribir" y envié esa petición viciosa de cambiar de ubicacion la estatua de Blas de Lezo, que por cierto recibió cierto apoyo en las redes sociales.

Ayer comparti vagon con nuestra alcaldesa y de todas las cosas que estaba pensando ni se me ocurrió acercarme a ella y hacerle ese ruego. Dudo mucho que, si al menos lo escuchara educadamente, lo tuviese en la más mínima consideración. Me queda cierto consuelo de haberle gustado la idea a unos cuantos, no muchos, de los que pueblan la inmensa red de internautas.

Una red inmensa de lectores y también de gente que escribe, que ha encontrado en internet una oportunidad de publicar sus inquietudes, sus sueños y sobre todo, sus ilusiones de una forma libre y sin barreras. La cuestión es, el gran numero de autores noveles y como yo esporadicos, y el dilema de los que leen sobre hacia quien emplear el escaso tiempo libre que dedicamos, sobre todo en este país, a la lectura.

La situacion actual es que, a pesar de ello, la verdadera oportunidad para un autor novel es autopublicar en internet. Es un fenómeno que ya está tomando forma, y algunos autores han logrado la fama garcias a esta iniciativa. Uno de ellos es Andy Weir, un informático que el año pasado subió a la red una novela sobre un astronauta herido al que sus compañeros abandonaron en Marte, dándole por muerto. Un año más tarde, ya tenemos su libro, "El marciano", en las librerias y ya hay película. Otros ejemplos en nuestro pais muestran casos más modestos, pero si dan cierta esperanza a los autores desconocidos. Incluso otros más famosos, como Paulo Coelho, han decidido autopublicar su ultimo libros.  Hace tiempo leí a un escritor que ha optado por este medio, que es el unico medio posible para alguien que empieza, pues en estos tiempos, las editoriales sólo publican a periodistas y a famosos. Y la prueba fehaciente se palpa en la feria del libro, cuando contemplamos a unos y a otros de los citados firmando ejemplares de sus novelas.  ¿Es entonces la autopulicacion la única posibilidad de escribir y ser leído?  Me pregunto.

El caso es que si la barrera en tiempos pre-digitales eran las negativas de las editoriales y las ausencias de respuesta de las revistas, ahora es precisamente la burbuja literaria que gente como yo, hemos creado.  Uno a veces piensa que es cuestión del talento, y más bien la falta de éste, pero me consta de muy buenos escritores autopublicados que aún no gozan de la consideración del publico. Antes las editoriales se llenaban de manuscritos no leídos por los resposables de publicacion y ahora la red está repleta de textos, no leídos por los posibles lectores. la situación no ha desaparecido, sino que ha ocupado otro lugar.

Me queda no obstante mi consuelo del NanoWrimo, de escribir por el mero placer de hacerlo, y encima decir que es una novela.

Casi nada.

P.D. por si alguien se anima: http://www.nanowrimo.org

Comentarios

  1. Siempre he dicho que el entusiasmo de algunos por la autopublicación, era injustificado. La avalancha de autores no hace sino ocultar el talento, a un lector abrumado por el ingente número de obras disponibles. Se supone que esa debía ser la labor de las editoriales: seleccionar. Y, aun así, reciben multitud de originales. Se quejan por ello. Bueno, es su trabajo. Encontrar oro y difundirlo. Pero últimamente, parecen más bien un ventilador que esparce estiércol. por no hablar de las condiciones y el trato que imponen a los autores. Así que, sí, yo prefiero colgar mis relatos (si se me ocurren), en internet y, si llega una novela, autopublicarla. Aun a riesgo de que no la lea nadie.

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  2. Si. La red ha propiciado un ruido informativo en todos los ambitos, además del cultural. La cuestión es si la autopublicacion es realmente una oportunidad mejor que la "puerta fría" de los editores. Consigue salvar la barrera de los editores y deja que los ususarios decidan. Pero es verdad que no saben qué elejir. Como decía Vázquez-Figueroa, un escritor debe competir con sus colegas vivos, y también muertos. A esto se suma hoy todos quienes autopublican. La clave realmente se encuentra en poder promocionar tu trabajo, que no es fácil, y captar la atención de los lectores, que es mucho más complicado.

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  3. Más que nada, es que hay demasiada oferta. Es imposible acometer la tarea de elegir entre lo que hay. Eso sí, como autor, te das el gusto de pasar del editor. Y no digo más. Los que han publicado, saben lo que quiero decir.

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