DICIEMBRE Y LOS NANOESCRITORES

Se acabó este maldito mes de noviembre.  Acabó con éste el certamen del NanoWrimo, al cual e incumpliendo mi promesa, terminé por unirme.  Me apetecía participar en este ejercicio literario de plena libertad, de escribir por el mero placer de hacerlo y junto con miles de personas en el mundo. A pesar de tener tarea pendiente, decidí dejarla durante el tiempo que durase el mes de noviembre, para engancharme al carro y correr, escribir sin parar hasta esa meta de las cincuenta mil palabras, que este año han llegado a poco más, pero conforman una novela completa. Esta vez cambio los náufragos y los piratas por una historia de Ciencia-Ficción, que llevaba pensando hace tiempo.

Ahora toca revisar el trabajo hecho. Toca antes seguir con el anterior, la reescritura de la primera novela, que ya esbocé el año pasado en mi primer NanoWrimo, "La isla de los sueños Perdidos", que ha sufrido a lo largo de este año bastantes cambios, pero que espero pronto termine y pueda mostrarla a quienes me han pedido leerla.  Si voy a buen ritmo, podré acabarla a finales de enero, y esta vez mantengo la promesa. Ya no paro hasta acabarla.


Aprovecho este momento para agradecer a Alex Hernández-Puertas, quien a través de su podcast "Taller Literario" descubrí el NanoWrimo. También felicito a todos los "writting buddies", colegas de la nanoescritura que hayan logrado como yo su objetivo.

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