LLEGÓ EL VERANO (CARRETERA Y TOALLA)

Se acabó la primavera, hace ya dos semanas. Volvió el verano con fuerza y grados Celsius. Vuelta a los calores, al refugio bajo el aire acondicionado de El Corte Inglés, a la peregrinación a las piscinas y a las terrazas de verano (los que puedan).   

Subió también la temperatura en el escenario político y social. Ya no hay más acampada urbana que la de los niños que la cambian por las cuatro paredes del colegio.  Los que la levantaron en Sol, en la Plaza de Cataluña y en otras muchas ciudades siguen el pie, en otros escenarios. Cientos de desahucios frustrados por los que se llaman “indignados”. Sus líderes, o mejor dicho, impulsores, han presentado un libro, prologado por Hessel, el Alemán Francés, nonagenario que  tituló el suyo, “indignaos”, de esta forma que ahora les califica.  Ya hay políticos muy inteligentes que pretenden venderse enarbolando su causa, acusando a los bancos de todo y no de su propia ineptitud como gobernantes, citando incluso el movimiento de indignados, ya etiquetado como "15-M", y pidiendo listas abiertas. ¿Por qué no lo propuso siete años antes?

Hubo por fin respuesta de la conciencia moral de este país.  Otro manifiesto de intelectuales y artistas. Los trovadores del progreso piden reinventar la izquierda. Hablan del fracaso del gobierno. Ya no les apoyan. Este manifiesto ya no es como el anterior.  Abandonan el barco.  Al mismo tiempo, quizá una curiosa coincidencia, también hace aguas la nao de los autores. Los que nos acusaban de piratas y ladrones han sido detenidos.  Cuatrocientos millones de euros para repartir entre unos cuantos socios.  Otros, sorprendidos o desmarcados de la trama. Habrá más sorpresas, estoy seguro. Parece como si todo un enorme castillo de naipes comenzara a desmoronarse desde lo más alto, a unos meses del fin de la legislatura. ¿Qué sucederá hasta entonces?

De momento, queda por disfrutar de las vacaciones. No sé si las merezco, pero me acojo a este derecho. Más que recuperar fuerzas, cambiar de aires.  Recapacitar, cargar las pilas con nuevos ánimos. Mirar con otra perspectiva. Ese es el plan para las próximas tres semanas. Cargaremos el Toyota  y nos marcharemos al refugio del sol del mediterráneo.   Me llevaré  el ebook con material para leer y también mi ordenador para escribir.  He empezado la segunda revisión de la novela. Los profesionales cuentan que suelen revisar las suyas hasta tres veces.  Yo espero, no terminarla, sino darle forma.  Escribir es tarea dura, si se dispone de medios. Labor titánica,  para un insensato escritor amateur como el que os postea. 

Saludos y felices vacaciones.

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