TITANES DE LA MEDIOCRIDAD


Sucede que algún productor de cine algo aventurado suele correr el riesgo de retomar una película antigua. Y aquello supone un doble reclamo, es una historia que se sabe que funciona y atrae al público más joven. También llama la curiosidad a los que ya conocieron la primera versión, esperando que la vieja historia haya sido revestida con nuevos escenarios y desarrollada con nuevos actores, y te lleven de nuevo a las inocentes emociones de la niñez tardía o de la juventud.

Recuerdo muy bien aquella película de 1981 titulada "Furia de Titanes". Suponía el fin de una manera de hacer el cine de fantasía, en el que Ray Harrihausen era el maestro consumado. Eran los tiempos previos a la infografía y los animatrónics. Era una manera artesanal, en la que se trabajaba fotograma a fotograma con las limitaciones que ello suponía.

Ahora, treinta años más tarde, Los medios permiten la posibilidad de crear mundos o personajes de cualquier tipo, de tal manera que se ha llegado a filmar una película como "Sky Captain", en la que lo único tangible eran los actores. Gracias a este reclamo me dejé llevar, aumentado con la posibilidad de la proyección 3D, de la versión moderna de "Furia de Titanes". Fui ilusionado con la intención de revivir las aventuras del Héroe Perseo, en busca de una forma de vencer al Titán. De los capricos de Zeus que hace su voluntad sin prever las consecuencias. Sin embargo me encontré con una especie de panfleto antrópico revolucionario que no tiene ni pies ni cabeza, protagonizado por un héroe bastante soso, con pinta se "skin head" y un Zeus que se parece más al rey Arturo que a una divinidad Griega, en el que participan santones hindúes teletransportados, supongo que por los dioses del Olimpo, y seres de madera, subcontratados quizá de la tierra media. Al final, el taciturno Perseo rescata a la chica pero en lugar de ser rey y casarse con ella, como es muy progre, se retira del mundanal ruido para que su desesperado padre tenga que resucitar a una dama griega, Io, que es del pueblo y además muy lista.
Otra oportunidad perdida, en mi opinión, de retomar un gran clásico del cine de fantasía. Otro fiasco, por desgracia. Con lo fácil que lo tenían.

Comentarios

  1. Sí, la publicidad de la película ya prometía poca cosa. Este tipo de cine que se hace ahora es un poco sosainas; es como en la fábula de la raposa y el busto de yeso: "Vuestra cabeza es hermosa, pero sin seso."

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