Esta es un poco triste, pero creo que merece la pena reseñarla. A mí me ha hecho reflexionar un poco.
"No envejece el paso de los años sino el hastío. Yo me dí cuenta de que estaba envejeciendo de repente, cuando paré a pensar y me di cuenta de que no eran las fuerzas las que me impedían sino la voluntad. La voluntad de llamar de nuevo, la ilusión del reencuentro. La voluntad de sentir otra vez la alegría al abrazar a un amigo tras largo tiempo de ausencia. De esperar una reunión y recordad juntos momentos compartidos. Todo eso un día dejó de importante y por eso entendí al fin que había empezado mi declive."
Sí que es un poco triste. Pero, aunque el autor diga que no, los años sí que envejecen macho.
ResponderEliminarCierto, aunque se trata de un artificio literario, más que una afirmación racional. el autor trata, entiendo, de decir que el supo cuando se sentía viejo, más por los achaques, por sus sentimientos. Yo comparto la afirmación de que la juventud es en realidad un estado de ánimo; hay jóvenes que parecen abuelos y gente de edad que viven la vida a tope, con sus limitaciones, aquellos que se ponen "el mundo por montera"...
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