EL "AUTOCOACHING"

A estas alturas de mi vida he llegado a la única y verdadera afirmación de que el único que puede ayudarte a salir de tus problemas es uno mismo. Los terapeutas, los psicólogos, solamente te indican el camino a seguir, pero quien sale del pozo es uno solo. Ellos te dan una vía de escape rápida, pero el que se levanta, trepa y sale del pozo es uno. No hay un hada madrina que agita una varita mágica y cumple tus deseos. No hay un mago de OZ que concede un deseo. El mago te dice que ya se ha cumplido en el trascurso del viaje por el camino de baldosas amarillas. En el camino está el remedio. Pero lo hacemos nosotros. Paso a paso, lo hemos ido haciendo de forma inconsciente pero con el ánimo de la ilusión de alcanzar el final y recibir el premio. Y el premio no es otro que el reconocimiento de la verdad, lo que te dice el mago, que no es otra cosa que el remedio lo ha encontrado uno solo. Ese viaje no es más que un medio para remediarlo uno solo.

En el mundo real, el sanador, el terapeuta, te enseña un camino y te lleva por él. Al final, te espera en la puerta del palacio de OZ, y te dice lo que has hecho. Te dice que ha sido uno mismo el que se ha curado.

Yo he decidido emprender el sendero. No hay baldosas amarillas, pues nadie las ha puesto. He visto caminar a otros y sé que basta con trazarse una ruta. Este camino no está trazado, así que tengo que encontrarlo a medida que avanzo. Me pertrecho de un mapa y de una brújula, para no perderme. Lo importante es saber distinguir las señales y superar las pruebas.

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