
Ahora mi intención, o mi respuesta sobre esa inquietud personal acerca de la escritura es distinta. Ya no siento pudor alguno cuando digo que he escrito una novela. Ya voy por la tercera. Tampoco me importa mucho que me la publiquen. Lo que he disfrutado con escribirlas me queda para mí. No anhelo fortuna ni gloria, solo eso, se mejor de lo que era cuando sentía miedo de redactar lo que me ronda por la cabeza, en esos ratos libres, de paseo, cuando la mente está libre de preocupaciones y puede volar libre.
Es mi tercer NanoWrimo. La experiencia además es de haber conocido a más frikis de la literatura como yo. No soy un loco solitario, aislado nada más. La red, más que atraparme, me ha tendido un puente para saber que no estoy solo, que escribir cincuenta mil palabras con un planteamiento, nudo y desenlace es posible.
Este año he probado con un género nuevo. buscaba algo más asqquible, no tengo muco tiempo libre para dedicarlo a la documentación. buscque documentarme en mis recuerdos, y así me puse a fabular, para dar forma a una historia, basada en mis experiencias, pero inventada. Creo que esto se llama ficción autobiográfica. Un ejemplo de este género es "lo peor de todo" de Ray Loriga.
Y tras este momento de gloria personal, cuyo premio auténtico supone imprimir todo este texto, escrito al vuelapluma, repasarlo y si procede, que seguro que sí, darle la vuelta para otra versión, llega diciembre. Mes de descanso. del turrón y los encuentros. Momento de reunirse y de estar alegres al verse unos y otros. Para mí, eso es como las oscuras golondrinas...pero como el mes de noviembre, he aprendido a vivir con ello.
No sé si la escritura te hace mejor persona, pero me parece que a nosotros no nos sirve: a ti porque ya eres una buena persona y a mí porque ya no tengo remedio.
ResponderEliminarGracias por el cumplido, Carlos, pero en lo que a mí me toca, me ha ayudado bastante a superar baches, y a contemplar el mundo con algo más de madurez. Un abrazo.
ResponderEliminar